jueves, 28 de agosto de 2014

"La paciencia es virtud de dioses"

No sé de dónde saqué una frase que a menudo repito y cuando salen de mi boca suele convertirse en palabras vacías. Sin embargo, desde que inicié mi aventura para lograr irme de intercambio a España, comenzaron a cobrar vida poco a poco.

La paciencia es virtud de dioses”

Yo soy una persona que suele frustrarse con suma facilidad. Debo aceptar me gustan las cosas en mis tiempos, los cuales suelen ir acompañados de ciertas complicaciones. Me gustan resultados al momento, como a las generaciones de ahora, me gusta lo inmediato. Sin embargo, estos dos últimos años me han mostrado que es más importante comprender los movimientos del universo, porque los tiempos del universo son sabios.

La paciencia de la que carezco en ciertos asuntos me sobra cuando doy clases. A decir verdad, a través de los años me he dado cuenta de que uno debe hacer su mejor esfuerzo en el salón de clases, sin expectativas, sin hacer castillos en el aire, el tiempo (siempre sabio) muestra a quienes puedes apoyar de una manera más precisa. Si es necesario explicar dos o cinco veces, se explica; si es necesario modificar conductas, se modifican; si es necesario adaptarse al grupo, se adapta. Esa claridad me gustaría tenerla en otras áreas.

Así pues, la resolución de la universidad española no salió cuando yo quería y según necesitaba, así como tampoco la resolución de la visa, la entrega de calificaciones. Nada salió acorde a mis planes la terminación de mi tesis, mi salud, disfrutar un viaje corto. Simplemente no salió como lo planeé. Pese a eso, comienzo a comprender que en verdad la paciencia debe estar presente en todos lados. La paciencia es sinónimo de comprender la espera, de comprender la existencia de procesos fuera de nuestro control y que en realidad es muy humano no poder controlar ninguna circunstancia porque en realidad el control es algo ilusorio.

La paciencia es virtud de dioses, los dioses se encuentran en otro nivel y en teoría aspiramos a llegar al otro lado de la mejor manera posible. Sigo aprendiendo, así que cuando por fin llegue nuevamente la iluminación a mi vida, podré comprender que la paciencia es sinónimo de una espera tranquila, de una espera en donde ya se agotaron todos los esfuerzos y solo queda observar cuáles son sus resultados.

Y si las cosas no salen como deseamos, mientras se puedan resolver, se comienza de nuevo. Es de sabios volver a empezar de cero sin sentimientos negativos detrás de ello, todo comienzo y todo final pueden ser dos procesos divertidos.