Un día me desperté y
caí en la cuenta de que tenía una rutina tranquila, monótona , un tanto adormecedora.
Todos los días hacía lo mismo porque había encontrado “estabilidad”, sin
embargo, la estabilidad no es sinónimo de adormecimiento, más bien es tener la
opción de llevar a cabo actividades complementarias por el puro placer de
hacerlas. Es decir, mi rutina diaria giraba en torno al trabajo, pero una vez
fuera de él, tenía la oportunidad de estudiar un idioma, practicar algún
deporte o buscar algún tipo de voluntariado.
Lamentablemente, en esa
“estabilidad” comencé a preguntarme cuál era mi pasión. Esa es una duda
existencial presente en mi mente hace años, porque dentro de esa rutina
aclimática, mis sentidos comenzaron a dormirse, igual que mis ganas locas de
estimular mi mente.
Sucedió lo inesperado
que se veía venir, el lugar donde estaba trabajando cerró sus puertas. Un
proyecto que habíamos construido con cuidado, con cariño y con esfuerzo, se
volvió un recuerdo de la noche a la mañana. Afortunadamente, no tuve mucho
tiempo para lamentarlo, casi en seguida encontré otro lugar.
Ese nuevo lugar ha
significado un reto personal, comencé a hacer cosas a las que siempre me resistí
como trabajar con números, ser responsable de pagos, manejo de dinero, entre
otros. Así pues, ahora soy más administradora que un ente de las estructuras
abstractas. Tengo un buen empleo que volvió a despertar mis sentidos. Es un
empleo opuesto al camino que había recorrido, en ese sentido ha significado un
reto y un shock.
Todos los días enfrento
una cultura de trabajo muy diferente a la que estoy acostumbrada, a otra visión
del mundo. Eso me ha servido como un respiro, como una bocanada de aire, esta
experiencia me ha abierto los ojos. ¿Qué me apasiona?, aprender, escribir,
viajar y sobre todo, me apasiona ser maestra. Me considero una formadora, una persona que
tiene como misión lograr que sus alumnos desarrollen un pensamiento crítico,
incomodarlos, discutir, ayudarlos a obtener las herramientas que los guíen a
ser profesionales.
Esta bocanada de aire
me ayudó a comprender que mi camino era el correcto, tengo una pausa pero sí
realmente deseo regresar a lo mío, si en verdad es mi pasión, estoy segura de
que voy a encontrar la forma de regresar a él. Solo el tiempo y mi voluntad lo
dirán.
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