sábado, 6 de octubre de 2012

De escritor en escritor... (después lo vuelvo a leer)


Los placeres en mi vida son pocos en realidad, cualquiera podría calificarla de aburrida porque no busco tener aventuras sin iguales o vivencias demasiado intensas.  Son las sutilezas aquellas que más disfruto: comer un delicioso helado en una tarde soleada, ir al cine a ver una película, escuchar música conmovedora o alocada según mi estado de ánimo, disfrutar mis series (con personas “reales” y de animación), leer un buen libro, escribir algo decente, volver a leer un buen libro y sumergirme en su realidad, convivir con mis amigos, con mi familia y de repente, si se puede, convivir con el escritor de algún libro que vale la pena.

Gracias a una amiga mía, comencé a asistir a un taller de creación literaria cuando aún era dueña de la mayor parte de mi tiempo. Adoré descubrir un sinfín de cosas para leer entretenidas, de confrontación, letras capaces de remover las entrañas de cualquiera. Lo sé, suena bastante exagerado, pero así lo sentí en ese momento. Honestamente después llegó un pequeño sentimiento de inferioridad porque en esos talleres se encuentran verdaderos talentos y en mi caso es más bien necedad. Aunque en realidad tampoco me encuentro en la calle de la amargura.

Uno de mis maestros se llama Arturo Santana, él es un poeta de Jalisco, maestro por vocación, respetuoso del estilo personal, en cada una de sus clases nos regalaba una perla de conocimiento. Tengo la extraña tendencia de escribir textos aún más extraños y la verdad, creo que él era de las pocas personas que comprendían el mensaje oculto de ellos, y sus recomendaciones me sirvieron en gran medida para mejorar.

Ayer, 5 de octubre de 2012 –por eso de ubicar al lector en un tiempo y un espacio- el maestro Arturo Santana presentó un libro, una antología de sus poemas. Honestamente a mí no me gustaba la poesía hasta que tomé ese taller. Además de mi libro firmado, con lo que me quedo de esa presentación se refiere a la parte irracional de escribir.

Escribir no sólo es poner una palabra tras otra, en busca de un cierto sentido, no. Para mí escribir es un verdadero desahogo, es encontrar aquello que me mueve profundamente y compartir mi visión a través de un papel. Tomaré un par de clichés para describirlo, aunque de forma un poco limitada. Es divertido “no saber a dónde te llevan los personajes”, es divertido tener esas cajas en el pensamiento que vas abriendo conforme te expresas, es más divertido si alguien más te lee y decide que vale la pena aquello que plasmaste.

No soy una escritora consagrada, ni tampoco un genio de las letras, pero creo firmemente que ellas ayudan a mantenerme un tanto cuerda. Ayer me emocioné mucho porque pensé en que debo buscar aquello que me apasione y escribirlo, aventarlo, evidenciarlo. No debo esconder mi propia voz.

Por lo pronto, pienso sentarme a leer un buen libro, disfrutar una taza de té y dejar que sus imágenes invadan mi mente.

1 comentario:

  1. Pues, siempre he pensado que la literatura es un universo complicado, y mas cuando paareciera que no transmite lo que creemos que deberia transmitir. Pero es mas simple que eso, tan solo es que tu interpretes tu mundo, y si los demas crean literatura a partir de lo que tu escribes , entonces seras una virtuosa y creeme , no escribes mal. No haces cuentos de ositos?

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