jueves, 2 de junio de 2011

Y le seguimos con junio

Hablando con una compañera, me dí cuenta de que no tengo recuerdos de mi papá entre semana. En ese tiempo, cuando yo era niña, él trabajaba en empresas trasnacionales para después trabajar un tiempo en gobierno. La verdad es que mi papá se quebró la espalda por darnos una buena vida: Viajes, restaurantes, ropa linda, buenas escuelas. Ahora que ya sé lo que cuestan las cosas, me doy cuenta de todo el esfuerzo y amor de mi papá.

Así pues, pasé mi infancia creyendo que mi papá viajaba a diario a México o a Monterrey. Muchos viernes, si él no estaba, mamá nos llevaba a comer fuera lo cual era divertido. Eso sí, los fines de semana eran familiares; así que no cabían planes con otras personas. Eran los tiempos que papá dedicaba a su familia. comíamos juntos en casa o restaurantes. Nos llevaba a algún lugar cercano para conocerlo, o bien, íbamos a andar en bicicleta, o a algún concierto de música clásica, o nos llevaba a eventos como corridas de toros o carreras de autos.

A la vez de las diversiones, mi papá era la autoridad, quien decía la última palabra y de ser necesario, poner los castigos sin pestañear. Siempre lo vi como un hombre duro, fuerte como una roca. Es ahora cuando he crecido que puedo entender su gran amor y sacrificio.

Después llegaron los tiempos difíciles y mi padre recibió demasiados golpes. Eso lo hizo abrirse hacia nosotros y tratar de acercarse más. Mi papá, hasta la fecha se siente responsable de su familia, y si puede definitivamente prefiere darnos que recibir. Así que a pesar de que no siempre lo entiendo y muchas veces me desespera, la verdad es que es una de las personas que más admiro por lo que es y lo que ha logrado.

Entre mis recuerdos preciados, tengo en la mente que siempre llegaba de México a saludarnos y hacer magia. Aparecía dulces de la nada y nos lo repartía. Hasta la fecha no sé cómo le hacía pero lo recuerdo y sonrío.


Mi padre de ahora, en especial con su nieto, es muy diferente. Ahora platica con nosotros, canta y compone canciones que se escuchan igual. He descubierto cosas que no sabía porque casi no platicaba con él y ahora me he enterado gracias a mi sobrinito. Por ejemplo, me acabo de enterar que mi papá sabe hacer papalotes y le gustaba bailar el twist.


Ahora bien, con la experiencia que tiene mi papá, cuando tengo dudas de cómo debo moverme en esa selva llamada empleo siempre sabe cuál es la mejor estrategia. De él he aprendido los tipos de liderazgo, las clases de trabajadores, que se debe ver con la mente y no con el estómago. Siempre es mejor estar preparado y tener una estrategia a ser completamente impulsivo. 


Mi papá es divertido, posee un extraño sentido del humor y además es práctico. Dice que la gente de la costa, y lo citaré textualmente, "manda a la chingada" la tristeza. Es un hombre cariñoso y sabio, quisiera tener esa sabiduría para saber llevar mis pasos. 


Mi papá es un pilar lleno de color y sabiduría.

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