jueves, 19 de mayo de 2011

Caí en la red...

Cuando yo tenía quince años, lo más común era platicar horas por teléfono fijo de casa a casa. Eso de tener celular estaba reservado para gente realmente pudiente - ¡me encanta lo rimbombante de la palabra! -, como eran los empresarios de grandes compañías, o los artistas de la tele o el cine. Además esos celulares, eran verdaderos ladrillos de enorme tamaño color negro o gris. A mí en lo personal, me hubiese dado más pena andar con eso en la mano a ser una usuaria feliz del teléfono fijo.

Mi primer contacto con el Internet fue hasta los diecisiete años, como resultado de la búsqueda de una tarea de Enfisema Pulmonar, y ese tema seguro marcó mi vida porque es fecha en que me acuerdo de él. A pesar de eso, la verdad rara vez entendía ese mundo tan fascinante para algunos de mis compañeros. Fue hasta los diecinueve años que en realidad tuve contacto con los chats y ahí me quedé. Incluso fui usuaria asidua de los famosos bbs, cuando casi llegaban al declive. 

En la actualidad, esta sociedad globalizada ha creado una generación de jóvenes autistas. Pegados a sus celulares touch, livianos, delgados y ligeros, pueden estar conectados todo el tiempo a la red. Así pues, las famosas redes sociales han cobrado fuerza porque explotan esa parte exhibicionista de las personas. Aunque yo era usuaria de los bbs, la verdad es que en ellos imperaban las letras más que las imágenes, y aunque su objetivo originalmente no era ese, se volvieron espacios de intercambio de información e ideas.

En cambio ahora, lo inn está en subir las fotos con los amigos, compartir cada paso que se da al día y crear una serie de interacciones sociales a veces distractoras del entorno. Al grado de ver a dos alumnas en el mismo salón hablando por messenger en vez de hacerlo de viva voz. Y como yo sigo siendo de la vieja escuela, tampoco entiendo mucho el hecho de preferir leer un libro en pantalla en vez de cargarlo en la mochila. 

Los jóvenes actuales, consideran importantes y necesarias las redes sociales, pues además de mostrar los aspectos positivos y un tanto picarescos de su vida, han encontrado en ellas un espacio de expresión. Ya que no sólo une a gente del mismo país, si no a la comunión de ideas de forma global. Antes del Inernet, era un tanto complicado poder hablar con alguien al otro lado del mundo, en cambio ahora, es de lo más común.

A pesar de ser de la vieja escuela, si caí en la red. Comencé con el Hi5, al cual cambié felizmente por facebook, intento encontrarle el amor al twitter y terminé utilizando blogger, para encontrar mi propio espacio de experimentación. Así que yo también comparto fotos, información y momentos perdurables en la red, así como mis opiniones y me entero de los chismes. Todo lo anterior como un sinónimo de innovación y vanguardia tecnológica.

Así que a mí también me ha pasado que he podido descubrir un par de mentirillas piadosas, o ventaneadas, a través de las redes sociales. Curiosamente, la gente olvida que habemos algunas personas a las cuales nos gusta más ser espectadores que protagonistas. Así pues, el día que una de mis mejores amigas olvidó avisarme de una fiesta a la que me había pedido acompañarla, a la cual me aseguró no se había presentado, y vi sus fotos en dicha fiesta, me enojó más haberla cachado en la mentira que la mentira en sí. Así que cuidado, una advertencia, así el Internet sea una herramienta moderna - o posmoderna, dependiendo del gusto de cada quien - lo cierto es que se maneja este principio:

"TIENE DERECHO A GUARDAR SILENCIO PORQUE TODO LO QUE DIGA PUEDE SER USADO EN SU CONTRA"

Tan tan

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